¿Qué pasaría si consumiéramos todos como lo hacen los ciudadanos de Australia o de India? Este gráfico lo explica.
(Créditos: )
El cálculo lo hace
la organización Red Global de la Huella Ecológica (Global Footprint
Network, en inglés), que marcó el 8 de agosto como el Día
del Sobregiro de la Tierra.
Desde que el
planeta empezó a consumir más recursos de los que puede producir, a inicios de la década de 1970, la fecha cada vez llega más
temprano.
¿Qué
ocurre? Durante décadas, los seres humanos hemos emitido más dióxido
de carbono a la atmósfera de lo que nuestros océanos y bosques pueden absorber,
y hemos agotado pesquerías y talado bosques más rápidamente de lo
que pueden reproducirse y volver a crecer. Solo la huella de
carbono representa el 60% de la huella ecológica total. Comprender este
sobregiro es sencillo con una metáfora: imagine que su familia heredó una suma
de dinero (que en este caso sería la Tierra) y la tiene guardada en un banco. Cada año, el banco
le entrega una cierta cantidad de dinero por concepto de los intereses que su
dinero gana (esto sería los recursos naturales que podemos consumir en un año).
Si usted fuera un planificador familiar inteligente, gastaría solo
esa cantidad y dejaría la herencia lo más completa posible, para
garantizar sus ingresos en el futuro. En vez de hacer
esto, en el 2016 los humanos consumimos “los intereses” entre el 1 de
enero y el 8 de agosto. Para poder satisfacer nuestra demanda
durante el resto del año, necesitamos pedir al banco más del dinero de la
“herencia”. En efecto, estamos gastando ahora los recursos naturales que
necesitaremos en el futuro para garantizar agua, comida y un ambiente sano.Esto tiene que ver
con la biocapacidad, un concepto que ilustra la capacidad que tiene nuestro
planeta para recuperar sus recursos.
¿Qué es la biocapacidad?
Eso significa
que, para satisfacer nuestras necesidades, actualmente
necesitamos el equivalente a 1,6 planetas por año. Se espera
que si mantenemos el ritmo de consumo actual, para el 2030 necesitaremos cerca
de dos planetas.
Costa Rica. Como se puede
apreciar en el gráfico superior, Costa Rica también consume por encima de sus
capacidades y se encuentra muy cerca del promedio mundial. “Como resultado de sus patrones de uso de los
recursos naturales y las debilidades de su gestión, Costa Rica es un país
ambientalmente insostenible”, explica el capítulo ambiental del Estado de la Nación 2015.
En el siguiente
gráfico, tomado de este estudio, se puede ver que nuestro país superó su
biocapacidad a inicios de la década de los noventa.
Durante años, el Estado de la Nación
ha alertado que nuestro país consume más recursos de los que puede renovar. (Créditos: ) El principal
problema, tanto en nuestro país como a nivel mundial, viene de la llamada huella de carbono, pero de fuentes diferentes: en
Costa Rica las emisiones de dióxido de carbono están asociadas en su mayoría al
transporte, mientras que a nivel global es atribuido a la generación eléctrica. “Mientras otros países tienen matrices eléctricas
que generan con carbón, nosotros tenemos un modelo renovable. El reto nuestro
no es el mismo que el de otros”, explicó en marzo Irene Cañas, viceministra de
Energía, en un reportaje dedicado a la
matriz energética.
Así, a pesar de
tener una matriz eléctrica limpia, Costa Rica todavía cuenta con
una matriz energética basada en derivados de petróleo por su
modelo de transporte. Esto hace que cerca de 70% del consumo final de energía
venga de fuentes relacionadas a combustibles fósiles.Existen proyectos legislativos para electrificar parte de
la flotilla privada y, con la aprobación de la Ley de Fortalecimiento del
Incofer, se autorizó la creación de un tren eléctrico.
La electrificación del tren en
San José es una realidad más cercana luego de la aprobación de la Ley de
Fortalecimiento del Incofer.
(Créditos: Foto de Archivo)
A nivel
centroamericano, el último informe Estado de la Región explicó que el istmo supera en 18% su capacidad de renovación de
recursos.
Soluciones.
Dado que las
emisiones de dióxido de carbono son el principal componente de la huella
ecológica,la solución pasa por ahí. La Red Global
de la Huella Ecológica explica que “si adherimos a las metas establecidas por
elacuerdo climático de París adoptado por cerca de
200 países en diciembre pasado, la huella de carbono necesitará disminuir
gradualmente hasta llegar a cero en 2050″. Para esto, el
planeta necesita reducir la liberación de gases de efecto
invernadero en la atmósfera mediante un desarrollo más limpio
(principalmente en cómo generamos y utilizamos nuestra energía).
A pesar del
deterioro en los últimos años, todavía estamos a tiempo de cambiar los patrones
de consumo para hacer frente a esta situación.
Un primer paso es
transformar la matriz de generación eléctrica a nivel mundial, que podría
acelerarse si continúa el descenso en los
precios de las renovables como paneles solares y turbinas
eólicas. Gestos simbólicos como la vuelta al mundo del avión Solar Impulse 2,
que utilizó únicamente la energía del sol, dan pasos positivos en esa
dirección. La comprensión de
energía en este contexto es amplia: es tan importante reducir el consumo
directo (como la gasolina para transporte) como el menos evidente. Por ejemplo, al comprar o consumir menos artículos –desde celulares y carros
hasta empaques de plástico– estamos reduciendo la energía necesaria para
producirlos. También esto pasa
por nuestras ciudades: en Costa Rica, por ejemplo, el desarrollo urbano de la Gran
Área Metropolitana incentiva el uso de vehículos particulares y
no integra residencias con comercio e industria, algo clave para gastar menos
energía (de cualquier tipo) en transporte.
Un habitante de Gaza muestra la
pequeña planta de energía solar.
(Créditos: AFP)
Para comprender a fondo.
En 2015, el Día del
Sobregiro de la Tierra llegó el 13 de agosto.
La fecha “avanza inexorablemente desde los años 70” del siglo pasado, recuerdan
la organización. En 1970, ese día llegó el 23 de diciembre y desde entonces, no
ha cesado de adelantarse.
Hablamos con Mathis Wackernagel, cofundador y director de
la Red Global de la Huella Ecológica para comprender mejor los detalles
del Sobregiro, tanto en la actualidad como su evolución histórica y lo que
podríamos ver a futuro. Este es un extracto de la entrevista.
¿Qué impactos ya podemos sentir por
este Sobregiro y cuáles son inevitables en este momento?
La huella de carbón
de la humanidad es el mayor componente en la huella ecológica y también
el de mayor crecimiento. En la actualidad, representa el 60% del
total. Al calcular esta huella ecológica, la huella de carbono representa el
área necesaria para capturar emisiones de dióxido de carbono que resultan del
consumo de derivados de petróleo y la producción cementera.
Así se ve el impacto de la huella
ecológica a nivel global y enfocado en regiones puntuales. El gráfico viene del Estado de la Nación 2015.
(Créditos: )
Ahora, esta huella
de carbono es la principal causante del cambio climático, que es el resultado
más dominante –junto con la pérdida de biodiversidad– de nuestro sobregiro
ecológico. Entonces, para responder la pregunta, el cambio
climático y la pérdida de biodiversidad son unos de los impactos más amplios
que podemos ver ahora. Otra consecuencia es el colapso de poblaciones de peces.
En su explicación, ustedes plantean la
metáfora de que estamos usando el capital de la biósfera, en vez de vivir de
los intereses. ¿Cuándo estiman que el principal de esta biocapacidad se
perderá?
No tenemos la
habilidad de predecir cuándo este principal de la biocapacidad se agotará con
base en el ritmo actual de consumo, crecimiento poblacional, deforestación y
pesca. Solo podemos esperar que jamás lo alcancemos, porque la pérdida del
principal significa cero bosques, cero pesquerías, cero terreno apto para
cosechas.
Nuestros análisis sí indican que, al ritmo que
vamos, la humanidad requerirá dos planetas Tierra para satisfacer su consumo en
el 2030.
En la parte de la
huella de carbono podemos ser todavía más específicos, dado que el
Acuerdo de París sobre cambio climático incluye el compromiso de no exceder los
2 grados centígrados de calentamiento global. Si realmente no queremos
superar esta cifra, los modelos climáticos señalan que la concentración máxima
de dióxido de carbono que puede haber en la atmósfera es 450 partes por millón
(ppm)
En la actualidad,
estamos cerca de 405 ppm y agregando cerca de 2 ppm por año (puede que si
agregamos otros gases de efecto invernadero, estemos más arriba de 450 ppm).
Entonces, tenemos que llegar a cero las emisiones de CO2 en los próximos 20
años para quedarnos dentro de ese margen.
Así han crecido la concentración de
dióxido de carbono (CO2) en nuestra atmósfera. Se mide en partes por milón
(ppm); es decir, por cada millón de partículas en la atmósfera, esta medición
cuantifica las que son de CO2. El gráfico viene del Instituto de Investigación de Impacto Climático de Postdam.
(Créditos: )
¿Cómo se relaciona la lucha contra el
cambio climático y el Día del Sobregiro?
Los esfuerzos para
reducir el cambio climático son cruciales para reducir la huella
ecológica y, por ende, para empujar el Día del Sobregiro más tarde en el
calendario. De nuevo, esto es porque la huella de carbono es la parte
más significativa de la huella ecológica.
Pero es importante considerar que esta huella
ecológica mide más que la huella de carbono; por el contrario, suma todas la
presión humana sobre la naturaleza, incluyendo nuestra demanda de comida,
vivienda y madera, así como el secuestro de carbono. Además, estas demandan
compiten entre sí frecuentemente.
Por ejemplo, una
manera de atender el cambio climático es mediante la reforestación que permita
capturar más carbono de la atmósfera, pero también esa tierra podría usarse
para alimentar a más personas. O, por poner otro ejemplo, digamos que
queremos reducir las emisiones de carbono mediante biocombustibles, pero
también esa tierra que usaríamos para producir biocombustibles la podríamos
utilizar para cosechas, ganado o la expansión de zonas habitables.
¿Cómo ha sido el comportamiento histórico
del Día del Sobregiro? ¿Estamos mejor o peor?
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi3ppheUlRoaLB2WpdaSrspBVkBm-cvopDzxgvLdMdv8GzWQ7V8qcl1wgQ1bES_998w9gizmWNHZGuBH54KAYDnDn7gGFZQvex8d0AMHQxQGc0JOJFbzFVMNH2DNAukxvi0tHTeKF5Txz6X/s320/GRAFICO8A.jpg)
Más de la mitad de los países de la
región son ecológicamente insostenibles, según datos de la Red Global de la
Huella Ecológica.
(Créditos: )
El día está
ocurriendo ante s cada año y ha mantenido este patrón prácticamente desde que
nuestro planeta entró en modo sobregiro a inicios de la década de 1970. Hay un
par de veces en la historia en que la fecha se ha mantenido igual durante dos
años y esto se ha asociado con retrocesos económicos.Conforme la
población global ha crecido y el consumo ha aumentado –particularmente con
respecto a las emisiones de carbono– el Día del Sobregiro se ha movido en el
calendario de finales de setiembre en 2000 al 8 de agosto este año.En una nota
positiva, el ritmo al que se mueve el Día del Sobregiro se ha reducido a menos
de un día, en promedio, durante los últimos cinco años; en comparación, desde
que inició el cálculo en 1970 se ha estado moviendo en promedio cada tres días
cada año, según nuestros cálculos. Pero aun así, 8 de agosto no es una opción.
Tenemos que encontrar la manera de llegar al 31 de diciembre.
¿Existen tendencias regionales para
América Latina que aparecen en sus observaciones?
La huella ecológica
promedio para América Latina es 2.8 hectáreas globales, que está cerca del
promedio mundial. Entre las regiones, América Latina tiene la tercera huella
ecológica promedio, después de África y Asia-Pacífico. Sin embargo, ese
promedio de 2.8 hectáreas globales tanto para América como para el mundo excede
la biocapacidad del planeta, que se encuentra en 1.7 hectáreas globales por
persona. Dentro de América
Latina, la presión sobre la naturaleza varía considerablemente de país a país,
con Chile a la cabeza (una huella de 4.4 hectáreas globales), Argentina y
Brasil ambos cerca de 3.1 hectáreas y otros países como República Dominicana
(1.6), Nicaragua (1.4) y Haití (0.6) en el extremo opuesto.
Según datos de la Red Global de la
Huella Ecológica, los ciudadanos chilenos son los más insostenibles de América
Latina.
(Créditos: )
Por el otro lado,
en el lado de la biocapacidad, América Latina tiene una oferta de 5.3 hectáreas
globales, que es mucho mayor que el promedio global de 1.7 hectáreas y el mayor
entre todas las regiones del mundo. Esto se debe en gran medida a que Brasil
tiene la mayor biocapacidad del mundo, seguido por China, Estados Unidos, Rusia
e India.
¿Cuáles son soluciones diarias que
cualquier ciudadano puede tomar para solucionar este problema?
Se puede participar
tanto como ciudadanos como consumidores. La gente se puede informar calculando
su propia huella ecológica y aprendiendo acerca de la huella de su país y cómo
se compara con otros y con la huella mundial.
Además, se puede
trabajar en conjunto para crear presión y voluntad política de modo que haya
cambios en la política ecológica de sus gobiernos locales, regionales y
nacionales. Esto puede ser impulsar nuevas políticas energéticas, crear
conciencia de la necesidad de estilos de vida más saludables, apoyar la
creación de ciclovías y bici carriles… las posibilidades son casi ilimitadas.
Nenhum comentário:
Postar um comentário